Las aplicaciones son múltiples y se irán lentamente incorporando a la vida cotidiana como las prendas y carpas realizadas con materiales antimosquitos o la ropa de cama y para dormir con somníferos incorporados en sus fibras que facilitan el descanso sin tener necesidad de tomar medicamentos.En este contexto ¿cuál será el lugar del mítico jeans? Como prenda emblemática de la sociedad industrial, el jeans ha llegado con la cultura de masas a su máximo poder porque es el reflejo de todas sus estrategias. Formas homogéneas, medidas estandarizadas, ideal democratizador porque llega a todos los segmentos sociales y simplificación del estilo: está cruzado por tantos códigos sociales que superponen sus significados, y por eso es multifacético.
Con la pérdida de importancia de lo masivo, se evidencia un cambio en la manera en que las personas se relacionan con los objetos que las rodean. Entonces, resulta natural pensar que esta diferente percepción se transfiera a la relación con los jeans que desde ahora serán visualizados ya no como prendas capaces de hacerlas únicas sino como una prenda funcional más. Una vez más, las transformaciones socioculturales le dictan a la moda sus propias condiciones, que deberá evolucionar hacia nuevas formas a partir de los cambios radicales en los seres humanos. La trama de los nuevos comportamientos que son bien evidentes, marcan un rumbo hacia la creatividad de las personas, no ya por tendencias impuestas por las modas sino por una libertad de recombinación que al desdibujar controles y disciplinas, acepta la diversidad que se irá transformando en la huella de la identidad. Es muy posible entonces que la moda pueda mostrar la suficiente madurez y adaptabilidad para evolucionar a un nuevo estadio, reactualizando y resignificando el estimulante juego de las apariencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario